lunes, 5 de marzo de 2018

"Arte por el Arte"

El Arte suge del artista como una necesidad



Con la finalidad de transmitir o suscitar un determinado sentir y/o pensar o simplemente como el advenimiento de una inspiración puntual (!?)

De ésta forma su fin esencial es la catarsis, no necesariamente la divulgación ni la reproducción fiel ;

sino la provocación de diversos estados por parte del espectador.

Ésta es resultante del carácter social del hombre y una de las razones por las cuáles una obra es objeto de la reproducción serial.

La comercialización es un carácter atribuido al Arte como devenir del sistema socio-económico en el cuál 

se desarrolla, así como un medio por el cuál el Artista (devenido en producto) subsiste.

El Artista deja de ser un individuo, para ser una idea, un concepto

Que ofrece y refiere tanto a una ideología, como a una concepción de la existencia en sí misma. 


Remitirá pues a un estilo de vida.

Deja de ser carne y hueso impulsados y preservados por la pulsión creativa de su propia existencia, 

para ser un concepto que trasciende su obsolescencia programada. 

Será algo inmortal, dotado con el transcurrir de su propia finitud ( 
"Que gran sponsor la muerte!" ) de un vacío conceptual esencial; efímero y reproducible hasta el hartazgo. 
Una copia borrosa y distorsionada de sí misma.


Ya no será una "Persona física".
Será un ente más trascendental que ni el propio artista ha de poder controlar... 

Una marca. 









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