viernes, 16 de febrero de 2018

Dios también siente hambre!

El artista, idolatado muchas veces, abstraído en el imaginario colectivo de las pequeñeces mundanas; emplazado en el éter de la creación no es más que un hombre!


Podrá tener (salvando excepciones) una sensibilidad particular y/o una cosmovisión que trascienda la percepción canónica de los sentidos; pero no es por ello ese ser de estado pseudo mitológico omnipresente y omnipotente... O sea: Un Dios. 

Por sobretodas sus destrezas y (más aún) sus falencias, es UN HOMBRE.

Así de chato y triste!
Así de mundano y cadencioso.
Dios también paga cuentas y calienta la cena en el microondas!

De un puñetazo lo he bajado del pedestal que lo eleva de los simples mortales para hacerle chocar contra 
el fango mundano de la mortandad.

Para mi paradójica fortuna Dalí no ha de poder leerme! Jaja

Aunque asimile la realidad en una configuración peculiar es objeto de las mismas normas socio-politícas y culturales, así como también subsiste por el intercambio devenido del trabajo y su respectiva plusvalía.

Así es que la espiritualidad quedará confinada para el diálogo que se suscite con la obra en el recinto de su atelier y su relectura de la realidad.

El entorno no lo es todo.
Es una Musa más!

Una fuente inagotable de inspiración de la cuál debe nutrirse para construir-se.

Porque...

El Artista, primero hombre, lo construyen, se construye; y de éste devenir se vuelve obra!






Imagen : Molokid






sábado, 3 de febrero de 2018

24/7

"Quién me ha robado el mes de Abril?"* propinó carrasposo uno de 
los mejores juglares de nuestra época. 

Fragmento de canción que he de citar en ésta ocasión cuál metáfora del 
tiempo perdido en el transcurso de nuestra existencia. 
Si se quiere, arrebatado por el capricho irreverente de nuestro Padre. 
No el sanguíneo o sacrosanto. 
Sino por el omnipresente Estado y su lame botas. 
Ese bicho monstruoso, corrupto y denigrante, primo hermano de la Burocracia. 

La Rutina! 

Nos subyuga la mayor parte de las veces y nos impide llevar a cabo lo que 
nos exige el alma!

El idilio casi infantil que entiende a la vocación como 
la finalidad lisa y llana de la existencia humana 
choca vehementemente con el escéptico pragmatismo del 
sistema capitalista en el cuál se circunscribe.


El espíritu grita, el sistema aplasta. 
Sucumbes, te resignas o te levantas!


Derrotista, Baudelariana hasta la médula, asqueada en un penoso realismo  
schopenhaueriano; culmino con otro gran juglar (hoy un tanto devenido en el 
simplismo gramatical del efecto residual de los excesos) diciendo que ...


"No se puede vivir del amor".









    Imagen: Randy Mora


A modo de paréntesis los conmino a escuchar en detalle ésta canción 
que aborda múltiples contrariedades de las cuáles es objeto el individuo.